Despedazator, gran película, mejor chistorra.

 Llevo tiempo, quizá demasiado, sopesando sobre si debía o no hacer esta entrada en el blog. Supongo que al final me he decidido puesto que aquí estoy escribiendo.

    Hace tiempo que borré mi cuenta de Twitter, además de que tampoco he tenido actividad por las otras redes sociales que, animado por el asunto de la literatura, me decidí a intentar utilizar un poco más pese a que a mí nunca me han agradado. A nivel personal, necesitaba desconectar por completo de las redes sociales (sí, soy un bicho raro que no vive pegado al móvil, eso de mirar el whatsapp, facebook, telegram, etc., a diario nunca me ha gustado ni me he sentido cómodo con ello; supongo que por eso muchas personas se molestaron cuando vieron que no vivía pegado a estas redes). Borré mi cuenta de Twitter porque no me estaba gustando en absoluto la cantidad de toxicidad y victimismo que me encontraba cada día; quien tenga un mínimo de conocimiento sabrá a qué me refiero, los típicos de "a mí que me respeten", pero luego ya si eso ellos respetan a los demás otro día; por no hablar de esa costumbre tan extraña de contar abiertamente la vida y las intimidades esperando que hasta tus propios amigos adivinen qué te pasa mirando tu cuenta de Twitter en vez de hablarte directamente. Parece que hay gente que gasta más esfuerzos en pensar cómo buscar las situaciones en las que ser una víctima y así captar la atención de sus seguidores, que en idear buenas tramas para sus novelas.

    Durante este último año me he encontrado realmente mal (no solo en cuanto a salud con una infección de la que aún hoy arrastro molestias, sino un deterioro mental que me ha resultado insostenible) y he visto que realmente muy pocas personas han estado de verdad a mi lado aunque fuera simplemente para preguntar qué tal me encontraba o charlar. Desde aquí aprovecho para pedirles perdón por haber estado desconectado por completo (sé que soy imbécil, pero cuando me encuentro mal prefiero no hablar a estar diciendo continuamente que no estoy bien o simplemente un "como siempre").

    También admito que gran parte de la culpa de lo que me ha ocurrido ha sido mía. Siempre he sido alguien muy reacio a trabar amistades por la gran cantidad de palos que me he llevado debido a mis problemas de adaptación social (diagnosticados hace un par de años y arrastrados desde la adolescencia, en fin, más vale tarde que nunca); así que siempre he recurrido a no dejar entrar nuevas personas a mi vida porque, siendo ellas normales, iban a acabar haciéndome daño, algo que ha vuelto a ocurrir por confiarme y dejar entrar a demasiadas personas en poco tiempo. Evidentemente, no podía esperar que el 100% de la gente tuviera mi confianza; sin embargo, sí he tenido algunas enormes decepciones que me han dejado roto emocionalmente. Ahora me cuesta muchísimo confiar en las personas que no son de mi entorno (familia, pareja y un par de amigos), no lo hago por menospreciar, es mi manera de protegerme de futuros problemas. Incluso hay algunas personas a las que aprecio y tengo mucho cariño, pero soy incapaz de estrechar mi relación con ellas; una parte de mí quiere hacerlo, pero otra tira con fuerza en la dirección contraria. Sé que con toda probabilidad acabaré perdiendo el trato que mantenemos; aun así, lo prefiero antes que volver a sufrir otra decepción.

    Retomando el asunto de las redes sociales, incluso hoy me planteo si borrar mi cuenta de Instagram y Facebook, las tengo totalmente abandonadas y a veces incluso desactivadas, quizá debería ser un poco más egoísta, ignorar todo lo que he citado anteriormente y seguir adelante; incluso hacerme cuentas nuevas y empezar otra vez. Sé que es lo correcto y lo que haría cualquier persona; pero por si lo habéis olvidado, soy gilipollas y no valgo para estar hablando por las redes o posteando mensajes a diario cuando no me encuentro bien y no soy capaz de responder de forma privada porque ni me encuentro con fuerzas para hablar. Creo que de momento se quedarán así.

    Me gustaría poder añadir algo más, pero hay cosas que prefiero guardarme y otras de las que no tengo fuerzas ni ganas de hacerlo por aquí. Me he planteado si continuar escribiendo o no, en todo este tiempo lo único que he logrado escribir es esta entrada, no por falta de ideas, pues con toda probabilidad tengo más que nunca, sino por total desinterés en la literatura en sí.

    Si has leído hasta aquí, es porque tenías tiempo libre, querías salseo, o querías saber qué era de mí, en cualquier caso, muchas gracias por dedicarme estos minutos de lectura. Y solo decirte que tienes que ver Despedazator, con una gran banda sonora que no pega nada con esta película y unas escenas muy gores. ¡Más yogur del Himalaya!

    Cuidaos mucho, un abrazo.


P. D.: Si alguien quiere decirme algo, puede hacerlo por los comentarios, si son ofensivos los borraré; mi casa, mis normas. Si por el contrario es para contactarme y dedicarme unas palabras, o comentar la película, perfecto.


P. D. 2: Sé que tengo algunos mensajes sin responder de un par de personas mínimo (no lo puedo asegurar por lo que a continuación revelaré), hace un par de meses pereció mi teléfono móvil después de 7 años; el pobre ya no dio para más. He perdido mensajes (no los guardo en la nube), teléfonos, además de documentos que tenía en el aparato, así que R. I. P.

Comentarios

  1. Buenos días, Jesús

    No eres ningún bicho raro por realizar tales acciones. Si tú estás bien sin dichas redes sociales, mejor para ti. En ética he entendido: que nada está bien y que ni nada está o que nada es mejor o que nada es pero. Las sociedades hemos construido una ética y por los siglos esta ha ido evolucionando. Las personas, su contexto, sus culturas, sus lugares han dado que cada sociedad tenga una. Continuaría, pero dejo este pequeño resumen sobre la ética. Actualmente, está bien visto que una persona tenga muchos contactos, muchas relaciones y que está bien conectado(redes sociales principalmente). Sobre todo si vives en una zona de mundo desarrollado o primer mundo. Pero lo contrario está mal visto que no uses de ello. Yo también a veces escribo ahora en mi lengua materna en lengua catalana y me ayuda bastante a trabajar mi cerebro: a buscar léxico, por ejemplo. Por ello entiendo algo de lo que indicas.

    Finalizo indicando que espero que estés mejor.

    Emilio

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares